Historia

El Señorío indígena de Amoxocotlan tenía en su jurisdicción los cacicazgos de Tlalpan (Talpa) y Juyto (Tuito), su territorio era resguardado por la tribu de los Tecoxquines (corta gargantas) señores de la sierra y el Río Ameca.   

Después de un periodo convulso que incluyó la rebelión de los Tecoxquines, los españoles hicieron de Mascota el centro social, religioso y económico de la región. A mediados del siglo XIX, con el auge minero en la sierra occidental, Mascota tuvo un periodo importante de bonanza que lo llevó a convertirse en una de las ciudades más importantes del estado.

Al terminar la extracción minera, el pueblo vivió un largo periodo de aislamiento que derivó en la conservación de sus valores históricos que hoy se revelan para el disfrute de todos sus visitantes.